Las perspectivas psicoterapéuticas, generalmente, son parecidas en su manera de percibir la ansiedad. Cada enfoque, sin embargo, se distingue de otro ya que se caracterizan por tener distintas peculiaridades en su explicación e intervención. De manera que la Terapia Racional Conductual (TREC) define la ansiedad de forma diferente, incluso, la clasifica en dos tipos: ansiedad del yo y ansiedad perturbadora.
Para Albert Ellis, psicoterapeuta y desarrollador de la TREC, la ansiedad tiene un carácter evolutivo, porque es indispensable para la humanidad. De hecho, siempre ha formado parte de su historia, permitiéndole evolucionar, superar riesgos, temores y enfrentar desafíos tanto temporales como circunstanciales.
Añade, sin embargo, que la ansiedad ocasiona problemas cuando una persona lleva sus temores al extremo, creando ideas irracionales que inciden en su manera sentir, pensar y actuar. Ello, no le permite vivir una vida normal o realizar sus actividades cotidianas con normalidad.
Como ya comentamos, para la TREC hay dos modalidades de ansiedad, ambas son tenciones emocionales, pero una se vincula con la idea del deber y tener, mientras que la otra con estados de ánimo. En este artículo, por tanto, vamos a desentrañar contenido relevante acerca de ambos tipos de ansiedad, según Ellis.
La ansiedad del yo
Es un malestar emocional que mayormente suele parecer agresivo, pero tiende a venir acompañado de una depresión muy severa, incluyendo sentimientos de vergüenza, incapacidad y culpa. En muchos casos, esta combinación conduce a las personas a terapia, incluso, al suicidio.
Esta clase de ansiedad suele ser experimentada cuando una persona siente que su yo o su valor personal se ve amenazado, debe hacer bien cualquier labor o siente que es extremadamente grave no realizar las cosas de manera adecuada, incluso, cuando sus acciones no son aprobadas por quienes lo rodean o por otra gente.
La ansiedad del yo, en otras palabras, es el desprecio que sienten las personas a sí mismas por no cumplir sus exigencias o las de los demás. Para ellas, no cubrir las expectativas las lleva a auto-descalificarse. Ellis ha revelado que la solución racional y saludable sería que la gente con este problema se acepte incondicionalmente, adoptando una perspectiva de que sí tienen valía.
Otras soluciones
Se considera que cuando las personas presentan demandas sobre sí mismas, y estas demandas fallan, se genera malestar emocional que dará lugar a la ansiedad del yo. Tienden, por tanto, a castigarse internamente, de hecho, sus pensamientos subconscientes suelen centrarse en la autodestrucción y las limitaciones.
Para superar este problema es necesario:
- Enfocarse en lo positivo.
- Tomarse un tiempo durante el día para recordar las cosas buenas de ti y celebrar tus propios logros.
- Anotar los buenos momentos y los éxitos, con la finalidad de tener recuerdos concretos de lo que eres capaz de alcanzar durante los momentos difíciles.
En caso de que presentes los síntomas de la ansiedad del yo, habla con tu terapeuta. Existen muchas opciones de tratamiento, incluida la terapia racional conductual que, sin duda, puede ayudarte a alcanzar tu máximo potencial y crear una mejor concepción sobre ti mismo.
La ansiedad perturbadora
Puede definirse como un malestar emocional que la gente experimenta cuando creen que su vida o bienestar está amenazado, piensan que deben o tienen que conseguir lo que quieren o consideran que es totalmente inconcebible no conseguir lo que creen o deben.
La ansiedad perturbadora supone estar inmerso en un estado de intolerancia y frustración hacia sí mismo por lo que “debería ser” o “no se tiene”. Este problema se suscita dada a las demandas que una persona se hace sí misma, a los demás y al mundo (un factor relacionado con dogmas y estereotipos). La alternativa racional y saludable para tratar este tipo de ansiedad es la tolerancia y la frustración.
Según la teoria de Albert Ellis, la ansiedad perturbadora suele ser un síntoma secundario, pero se ha comprado que también puede ser primario. El hecho es que detectar esta clase de ansiedad resulta clave porque puede ocasionar otros problemas. Ahora, cuando la persona ya no sienta miedo de sus propios sentimientos de ansiedad, es que dejará de mostrar obsesión por lo que “debe ser” o “no tiene”. De este modo, podrá superar la ansiedad que generan los estímulos específicos, como por ejemplo, los asesores, las alturas, etc.
Conclusiones
La Terapia Racional Conductual visualiza a la humanidad como un organismo complejo y biopsicosocial, con un fuerte arraigo a la implementación de metas y objetivos que se deben o se tienen que conseguir. Cuando sucede lo contrario, entonces comienza atacarnos la ansiedad y conducirnos a vivir malestares emocionales, como la ansiedad del yo y la ansiedad perturbadora.
Para Ellis es necesario tratar estos dos tipos de ansiedad de manera independiente, porque poseen peculiaridades distintas. Lo mejor es consultar a un psicoterapeuta especializado en la TREC para que determine cuáles son los tratamientos más adecuados para solventar estos problemas emocionales.
